Guiado por la brújula de la rentabilidad, el siempre astuto Thomas Alva Edison produjo en 1896 El beso (The Kiss). La cinta, de apenas unos segundos, recoje el inofensivo hociqueo que la actriz May Irwin le prodigaba a su esposo, John C. Rice, durante una de las escenas finales de La viuda Jones (The widow Jones), comedia que triunfaba en Broadway. Fue grabada por el operador William Heise en el estudio de la Edison Manufacturing Company, denominado Teatro Kinetoscópico pero popularmente rebautizado como Black Maria (María, la negra) por su lejana similitud con los camiones que transportaban presos.
Fue el primer beso cinematográfico, y despertó una ola de indignadas críticas de las ligas puritanas. También, claro, gozó de amplia popularidad entre el público masculino, por lo que la fórmula comenzó rápidamente a ser imitada.
Pasaron 111 años desde aquella casta y escandalosa escena. El marte pasado, en Showmatch, Jessica Cirio hizo su numerito de patinaje sobre hielo. La excusa era el strip dance. Al final ella terminó en bikini, y entonces la tribuna y el "jurado" empezaron a pedir un topless.
Marcelo Tinelli, ni lerdo ni peresoso, consiguió una tijera y cortó las tiritas del corpiño. Cirio quedó en tetas, pero el topless no fue tal porque, previsiblemente, se las cubrió con las manos. La cuestión, irrelevante desde todo punto de vista, fue reflejada al día siguiente por el diario Clarín en la tapa del suplemento espectáculos. El asunto recuerda al rifirrafe de hace unos meses por un numerito similar de Nazarena Vélez, y que terminó con sanciones del Comfer.
El asunto, hoy como ayer, sigue siendo el mismo. El problema no es que se muestren un par de tetas en la televisión abierta a las 11 de la noche, o que se exhiba un beso en las salas de cine. El problema es que las tetas (o el beso) sean un fin en sí mismo. Como escribió Oscar Wilde en el prólogo de El retrato de Dorian Gray: "Un libro no es, en modo alguno, moral o inmoral. Los libros están bien o mal escritos. Esto es todo". ■
Martín. Es cierto: para la época fue casi pornográfica la peliculita. Pero el porno puro y duro no tardó en llegar, sobre todo en Francia, que pronto de convirtió en el proveedor de películas "indecentes" de casi toda Europa. Los sectores más acomodados de la Rusia zarista eran los principales compradores.
Me parece (me parece) que este beso forma parte de la serie de escenas que Alfredo le regala a Toto en Cinema paradiso. Tengo entendido que la película de Giuseppe Tornatore no te gustó nada de nada, Andrés. Para mí, en cambio, una de las mejores partes de aquella coproducción ítalo-francesa es justamente el "compilado" de escenas que fueron censuradas porque alguien las consideró pornográficas o simplemente contrarias a la moral y a las buenas costumbres. Un saludo. :)
Si los hermanos Lumiere fueron los últimos impresionistas (creo que la frase es de Godard) ¿cómo podría ser recordado el siempre poco simpático Thomas Alva Edison? No sé. Quizás este primer beso extraído de una obra teatral o el registro que hace pocos años después de la ejecución de una pobre elefanta condenada a muerte conviertan al querido Thomas en el pionero del cine exploitation. Si de algo estoy seguro es que nada de lo que haya hecho este hombre en su vida me despierta simpatía. Saludos!
Spectatrice. Ahora que lo mencionás me suena que puede figurar en esa escena final, aunque no estoy seguro. La película no me gustó, pero tampoco es para tanto. Está claro que las de Francella son peores.
Hernán. Russ Meyer es un poroto al lado de Edison. El tipo tampoco me cae bien, pero está claro que hizo unos cuantos aportes para la invención del cine.
Tenés razón: ahora que releo el comentario lo noto un tanto duro. Y no es la primera vez, eh. Pero aclaro -por si hace falta- que la intención no fue "las de Francella son peores" al estilo de aquella celebérrima crítica de El Amante sobre Match Point, sino en onda "las de Francella son peores" porque ni siquiera admiten la discusión.
Está claro que debo aprender a ser menos contundente con mis opiniones. :(
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ResponderEliminarHabía oído hablar de ese famoso beso como la primera película "pornográfica" de la Historia. Nunca lo había visto antes.
ResponderEliminarSaludos
alias_valery@hotmail.com. Gracias.
ResponderEliminarMartín. Es cierto: para la época fue casi pornográfica la peliculita. Pero el porno puro y duro no tardó en llegar, sobre todo en Francia, que pronto de convirtió en el proveedor de películas "indecentes" de casi toda Europa. Los sectores más acomodados de la Rusia zarista eran los principales compradores.
Saludos
Me parece (me parece) que este beso forma parte de la serie de escenas que Alfredo le regala a Toto en Cinema paradiso.
ResponderEliminarTengo entendido que la película de Giuseppe Tornatore no te gustó nada de nada, Andrés. Para mí, en cambio, una de las mejores partes de aquella coproducción ítalo-francesa es justamente el "compilado" de escenas que fueron censuradas porque alguien las consideró pornográficas o simplemente contrarias a la moral y a las buenas costumbres.
Un saludo. :)
Si los hermanos Lumiere fueron los últimos impresionistas (creo que la frase es de Godard) ¿cómo podría ser recordado el siempre poco simpático Thomas Alva Edison?
ResponderEliminarNo sé. Quizás este primer beso extraído de una obra teatral o el registro que hace pocos años después de la ejecución de una pobre elefanta condenada a muerte conviertan al querido Thomas en el pionero del cine exploitation.
Si de algo estoy seguro es que nada de lo que haya hecho este hombre en su vida me despierta simpatía.
Saludos!
Spectatrice. Ahora que lo mencionás me suena que puede figurar en esa escena final, aunque no estoy seguro. La película no me gustó, pero tampoco es para tanto. Está claro que las de Francella son peores.
ResponderEliminarHernán. Russ Meyer es un poroto al lado de Edison. El tipo tampoco me cae bien, pero está claro que hizo unos cuantos aportes para la invención del cine.
Saludos
Uf! Eso sí que fue duro, Andrés. Igual me hiciste reír. ;)
ResponderEliminarUn saludo.
Tenés razón: ahora que releo el comentario lo noto un tanto duro. Y no es la primera vez, eh. Pero aclaro -por si hace falta- que la intención no fue "las de Francella son peores" al estilo de aquella celebérrima crítica de El Amante sobre Match Point, sino en onda "las de Francella son peores" porque ni siquiera admiten la discusión.
ResponderEliminarEstá claro que debo aprender a ser menos contundente con mis opiniones. :(
Saludos!
mejor pone el video de las gomas de jesica cirio
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