El quinteto surgió en Toronto 1967 con el nombre de The Sparrows, pero meses después, ya en Los Angeles, lo cambiaron por el definitivo Steppenwolf (El lobo estepario), tomado del título de la novela de Hermann Hesse. Entonces, liderados por John Kay, un alemán del Este emigrado a Canadá, versionaron una composición de Mars Bonfire para lograr uno de los primeros atisbos de heavy metal: Born to be Wild.
Tema rugiente y elemental, pegadizo y con cierto mensaje crítico, llegó a ser número dos en 1968. Y al año siguiente se lo incluyó en una película que, como la canción, es todo un símbolo de la época: Busco mi destino (Easy Rider, Dennis Hopper, 1969).
En el video que abre el post se pueden ver los títulos iniciales del film, que incluyen Born to be Wild y dan algunas pistas sobre el tono del resto la película. Por un lado, la idea de libertad: Capitán América (Peter Fonda) tira su reloj al suelo, como un pequeño símbolo del comienzo de un viaje sin ataduras. Por otro, la discriminación: ya de noche, no son admitidos en un hotelucho por sus atuendos y las motos.
En un futuro post se abordará con más detalle la historia de la filmación de la película, caótica y condimentada con altas dosis de marihuana, cocaína y LSD. Y el papel del productor Bert Schneider, reconocido como el salvador de un proyecto que había nacido maldito. ■