Timecode, radical y concesiva

Salma Hayek en 'Timecode'
En una antigua entrada de Cinematófilos este bloguer -es decir, quien suscribe- aseguró muy suelto de cuerpo que El arca rusa (Russkiy kovcheg, Aleksandr Sokurov, 2002) fue la primera película filmada íntegramente en un solo plano secuencia, lo cual es escandalosamente falso.

Afiche de 'Timecode'
TIMECODE (2000)
Fecha de estreno: 28 de abril. País: Estados Unidos. Duración: 97 minutos. Dirección: Mike Figgis. Producción: Dustin Bernard, Mike Figgis, Gary Marcus, Annie Stewart. Guión: Mike Figgis. Fotografía: Patrick Alexander Stewart. Música original: Mike Figgis y Anthony Marinelli. Elenco: Saffron Burrows (Emma), Salma Hayek (Rose), Holly Hunter (Renee Fishbine), Danny Huston (Randy), Kyle MacLachlan (Bunny Drysdale), Mía Maestro (Ana Pauls), Julian Sands (Quentin), Jeanne Tripplehorn (Lauren).

Hubo al menos una experiencia anterior a la de Sokurov. El británico Mike Figgis, director de Adiós a Las Vegas (Leaving Las Vegas, 1995), presentó en 2000 una película que no consta de un único plano secuencia sino de... ¡cuatro! ¿Cómo es eso? La pantalla se divide en cuatro, y en cada una de esas partes se ve una sola toma, sin montaje. Para mayor complejidad, además, las historias se cruzan, por lo que en más de una ocasión se ve la misma situación desde ángulos distintos.

El recurso del split-screen no era nuevo, pero Figgis lo llevó al paroxismo. Filmada en video, Timecode se realizó en una sola tarde, con mucho de improvisación en los diálogos y las actuaciones. Demás está decir que la propuesta funciona como un corset que limita las posibilidades narrativas. Así, la película cuenta la poco interesante historia de un grupo de habitantes de Los Angeles, relacionados en mayor o menor medida con la industria del cine y al borde de un cambio o, directamente, del colapso. Todo funciona como una dura crítica a Hollywood.

"El cine tiene la responsabilidad de reinventarse continuamente", sostuvo Figgis en octubre de 2000, cuando Timecode se presentó en el Festival de Cine de Sitges. "Los espectadores, que son inteligentes, están listos para ello, porque ya están aburridos del antiguo sistema. Necesitan más, quieren ver más", agregó.

El film permite pasear los ojos a gusto por la pantalla de un cuadrante a otro, lo que a priori obliga a discernir. Pero aquí está la concesión: el director introduce variaciones en el audio (sube el volumen de una de las cámaras, baja el de otra) que indican dónde hay que enfocarse. No hacerlo, claro, hubiese significado llevar las cosas demasiado lejos y desafiar las capacidades del espectador. ¿Cómo se podría comprender una película en la que hay hasta cuatro situaciones, con sus diálogos, en pantalla?

Al margen de la concesión, se trata de una propuesta radical, con un elenco infrecuente (Saffron Burrows, Jeanne Tripplehorn, Danny Huston, Leslie Mann, Salma Hayek, Holly Hunter, Kyle MacLachlan, Julian Sands, la argentina Mía Maestro), que intentó explorar las posibilidades del video como una forma de tomar distancia del mainsteam. Pero que, mal que le pese a Figgis -que reincidió un año más tarde con Hotel, vista en el Festival de Cine de Mar del Plata-, no trascendió más allá de la mera curiosidad. ■

5 comentarios:

  1. Siempre que aparecen debates del tipo técnico, me pregunto si realmente es tan importante....O sea; no soy un espectador hollywodense que le cambian el método y ya se fastidia, pero, a veces, me parece que se vanagloria más la forma (único o cuatro planos sin montaje, planos fijos eternos,etc...) que el contenido (la trama y sus actuaciones). Peor áun, a veces creo que en busca de una original puesta de escena se mutila o se le pone un palo en la rueda a las sensaciones que un filme puede provocar.
    O sea, la innovación de por sí la creo interesante, pero siempre y cuando haya una historia detrás.

    Saludos!

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  2. Sí, muchas veces pasa eso. En un post anterior mencioné La dama del lago, otro caso claro de experimento fallido. Pero también hay iniciativas innovadoras que resultan: como ejemplo vale La soga (Rope, 1948), de Hitchcock, que sin ser una de sus mejores películas resulta un ejercicio interesante que no descuida la historia.

    Saludos

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  3. Yo de cine no se mucho, pero tengo entendido que La Soga está filmada en un solo plano secuencia, lo que pasa es que en esa epoca el rollo no duraba lo suficiente y entonces hace el corte cuando se toma la espalda de un personaje. Pero tiene un sólo corte y es un sólo plano secuencia en la medida en que la tecnología lo permitía, no?

    Saludos!

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  4. Tiene dos cortes no disimulados: uno al comienzo, cuando la cámara ingresa al departamento donde transcurre la acción, y otro alrededor de los tres cuartos de película. Todos los demás están disimulados: en general, la cámara se acerca a la espalda de uno de los personajes y funde a negro.

    Así que sí, serían dos largos planos secuencia. Y aunque la película por momentos parece teatro filmado, en su momento fue una proeza técnica, con un decorado que se iba armando y desarmando según los movimientos de la cámara.

    Saludos

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  5. La Soga de Hitchcock, tiene mas de dos cortes no disimulados, sobre todo en un par de reacciones de personajes a los que corta sin más dilación a parte del famoso corte del principio de la película. Pero además tiene más de siete cortes disimulados no siempre en espaldas sino que también utiliza el baúl donde esconden el cadaver, así que no se trata de dos largos planos secuencia si no de por lo menos siete u ocho que son los que recuerdo contar en este momento....Siento discernir pero no tenéis razón. Saludos cinéfilos.

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