Comenzó ayer la venta de entradas para la décimo tercera edición del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici), que este año exhibirá 426 películas -entre cortos, medio y largometrajes- desde el miércoles 6 y hasta el domingo 17 de abril. Sólo el primer día se vendieron 17.400 entradas: el 40 por ciento en el Hoyts del Abasto (donde hubo que hacer más de dos horas y media de cola), el 32 por ciento vía internet (desde el sitio oficial del festival) y el 28 por ciento en la Casa de la Cultura.
En este blog ya se comentaron brevemente tres películas que se proyectaron el año pasado en el festival de Mar del Plata: las muy recomendables Poetry, de Lee Chang-dong, y Tournée, de Mathieu Amalric, y la muy mediocre Essential Killing, de Jerzy Skolimowski. Como todos los años, para más recomendaciones y guías se puede acudir a los blogs Con los ojos abiertos y Micropsia, al portal Otros Cines, al sitio de la revista El Amante y a HiperCrítico.
En medio de una programación inabarcable aparecen, como siempre, nombres reconocidos (Abbas Kiarostami, Takashi Miike, Criti Puiu, Werner Herzog, Apichatpong Weerasethakul, Monte Hellman, Hong Sang-soo, Patricio Guzmán, Raúl Ruiz, Béla Tarr, Jean-Luc Godard, este último con un foco que incluye su última película, Film Socialisme) y otros quizá no tan conocidos pero familiares para los habituales del festival (Kelly Reichardt, Koji Wakamatsu, Denis Côté, Ron Mann, Josh Safdie, Helena Trestiková, Bruce LaBruce, James Benning). Y todo esto sin mencionar a los realizadores argentinos y su centenar de películas.
También están las sorpresas, esas ignotas películas que se eligen sin más fundamentos que la foto del catálogo, una procedencia infrecuente o un título atractivo y que terminan siendo los grandes descubrimientos personales. Satisfacciones íntimas que, en gran medida, justifican el haber transitado el festival. ■