Resignificaciones

Lance Armstrong y Vince Vaughn en 'Pelotas en juego'

Para tener una idea de lo que Lance Armstrong significaba para los estadounidenses no hay más que revisar Pelotas en juego (2004), extraordinaria comedia deportiva de Rawson Marshall Thurber. La película cuenta -con un humor que sólo quienes tengan muchas horas de ESPN encima podrán disfrutar a pleno- la disputa entre los dueños de dos gimnasios, la todopoderosa cadena Globo Gym de White Goodman (Ben Stiller) y el mucho más modesto Average Joe's de Peter La Fleur (Vince Vaughn), que se resuelve a través de un torneo de quemado, clásico juego de escuela primaria, que se disputa en Las Vegas.

Cuando los dos equipos clasifican para enfrentarse en la final, Goodman le propone a La Fleur que le venda su gimnasio y se retire del torneo a cambio de 100 mil dólares. Un soborno que La Fleur acepta, y cuando está en el aeropuerto a la espera del vuelo que lo regrese a casa se cruza casualmente con Armstrong. Se produce entonces el siguiente diálogo:

Lance Armstrong: Hey, ¿vos no sos Peter La Fleur?

Peter La Fleur: ¡Lance Armstrong!

Armstrong: Sí, ese soy yo. Pero yo soy un gran admirador tuyo.

La Fleur: ¿En serio?

Armstrong: Sí, estuve viendo el torneo de quemado en el Ocho. ESPN 8. Buena suerte para el torneo. Ojalá les ganen a los idiotas de Globo Gym. Más vales que te apuren o vas a llegar tarde.

La Fleur: Eh... En realidad abandoné el equipo, Lance.

Armstrong: ¿Cómo? Yo casi me doy por vencido cuando me diagnosticaron cáncer de cerebro, pulmón y testículos, todo al mismo tiempo. Pero con el amor y el apoyo de mis amigos y mi familia me subí a la bicicleta y gané el Tour de Francia cinco veces seguidas. Pero estoy seguro de que tenés una buena razón para darte por vencido. ¿De qué te estás muriendo para que abandones en la final?

La Fleur: En este momento, más bien de vergüenza...

Armstrong: Supongo que si una persona no desistiera cuando las cosas se ponen feas, luego no tendría de qué arrepentirse el resto de su vida. Buena suerte, Peter. Estoy seguro de que tu decisión no te pesará para siempre.


Por estos días Armstrong fue despojado de todos los títulos que logró desde 1998 -lo que incluye los siete Tour de Francia que ganó de manera consecutiva entre 1999 y 2005- y la Unión Ciclista Internacional decidió suspenderlo de por vida porque dio por probado que integró una red de dóping sistemático. La noticia resignifica el diálogo de la película, que ahora parece un nuevo chiste, con un sentido opuesto al original. En Wikipedia dicen, aunque sin citar fuentes, que Marshall Thurber estaría pensando en eliminar la escena para futuras emisiones en televisión o incluso en volver a rodarla con otro atleta. Ojalá no lo haga, así esta gran comedia se mantendrá como un registro de lo que alguna vez fue. ■

Una rareza para redescubrir

'Sangre negra' equilibra la denuncia social con recursos expresivos del cine negro: hay suspenso, atmósferas enrarecidas y una escena onírica aterradora, pero su sentido trágico no está impuesto por las fuerzas abstractas del destino sino por conductas sociales precisas, que promueven el odio y el crimen (...) En su versión completa, 'Sangre negra' es un film adelantado a su tiempo, que merece un redescubrimiento".
Fernando Martín Peña en su libro Cien años de cine argentino (2012). Producida y filmada en Argentina pero hablada en inglés y ambientada en Chicago, dirigida por el francés Pierre Chenal y protagonizada por Richard Wright -autor además de la novela original-, Sangre negra (Native Son, 1951) es una rara avis en la historia del cine argentino. El martes pasado una copia restaurada y completa de la película se exhibió en el Festival de Cine de Nueva York. Ojalá se pueda ver pronto en Buenos Aires. ■

Sensacional éxito I

¿Aviso de 'Me la saca, doctor?' publicado en 1987 en los diarios porteños (click para agrandar)
La película se llama Compromising Positions, la protagonizan Susan Sarandon, Raúl Juliá y Joe Mantegna, entre otros, y se estrenó en Estados Unidos en agosto de 1985. Pero a algún ingenioso y poco escrupuloso distribuidor argentino se le ocurrió, en febrero de 1987, rebautizarla ¿Me la saca, doctor? y armar el explosivo aviso publicitario de la izquierda (click para agrandar). Mal no le fue: en su primera semana en cartel metió 10.873 espectadores en el Gran Rex y 11.589 en el América, sólo superados por los 15.125 que convocó La mosca, de Cronenberg, en el Ocean. ■

Nota: en Facebook, donde había publicado originalmente esta curiosidad, Leonardo D'Espósito aportó que el ideólogo de este atentado cinematográfico fue Claudio María Domínguez.

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