Tres buenas películas de género...

...en las que los trenes no pueden parar (a propósito del estreno de Imparable, una de los mejores films de Tony Scott).

Afiche de 'Los buenos y los malos'Los buenos y los malos (The Good Guys and the Bad Guys, 1969)
Dirección: Burt Kennedy.
Elenco: Robert Mitchum, George Kennedy, Martin Balsam, David Carradine, Tina Louise, Douglas Fowley, John Carradine.
Western crepuscular que, en tono de comedia, se muestra preocupado por la irrupción de un mundo tan moderno como irrespetuoso, encarnado en una feroz banda de forajidos -que pretende asaltar un tren- y un alcalde inescrupuloso. Dos viejos rivales se unirán contra los ladrones, y la acción alcanzará su cenit en la alocada carrera de una locomotora de vapor.

Afiche de 'Expreso de terror'Expreso de terror (Terror Train, 1980)
Dirección: Roger Spottiswoode.
Elenco: Ben Johnson, Jamie Lee Curtis, Hart Bochner, David Copperfield, Derek McKinnon, Sandee Currie.
Tres años después de una broma demasiado pasada, un grupo de recién graduados se sube a un tren alquilado especialmente en plan festivo. Pero la víctima de aquella burla vuelve para vengarse en vagones cargados de alcohol, marihuana, excitación, reales gritos de Jamie Lee Curtis y mágicos trucos de David Copperfield. Con todos los condimentos genéricos clásicos de la época, Spottiswoode logró un resultado digno para su ópera prima.


Afiche de 'Escape en tren'Escape en tren (Runaway Train, 1985)
Dirección: Andrey Konchalovskiy.
Elenco: Jon Voight, Eric Roberts, Rebecca De Mornay, Kyle T. Heffner, John P. Ryan, T.K. Carter.
Dos presos (Voight y Roberts, nominados al Oscar por sus desbocadas interpretaciones) se escapan de un penal de máxima seguridad en Alaska. Un tren promete la libertad, pero la accidental muerte de su conductor transforma el asunto en un vertiginoso camino hacia el infierno. Acompañan y otorgan una adecuada solemnidad los sintetizadores de Trevor Jones y una cita final de Ricardo III. Probablemente una de las películas más subvaloradas de los ochenta.

Fue escrito

De frente, como una marejada. Y con ésta, ya eran dos veces que la miraba de frente. ¿Qué sería de la unidad si se quedase sola, encerrada en su latita de hidrógeno? Cuando hay dos, ya puede haber cuanto se quiera. Se puede llegar hasta el uranio y enriquecerlo, fisionarlo.
-Hola, ¿te acordás de mí?
-Sí, claro, Vera. ¿Cómo estás?
-Bien, de librerías, acá.
Un ascenso rápido es mortal para el escafandrista. La sangre, en su inmensa pereza, se colma de nitrógeno. El tiempo agota su vitalidad, se rinde y permite el desarrollo de abundante fauna cadavérica. Para evitar esta muerte segura es necesario rodear el objetivo, demorarse. Ascender lentamente, cubierto por opiáceos capullos de tilo, de esos que lo alejan a uno de todo.
-¿Compraste algo?
-No, ya me voy. ¿Vos?
-No, tampoco.
-¿Y para donde vas?
-A casa, para allá -el dedo marcando el mar, como siempre en esta isla.
Fragmento de Precipitaciones aisladas (Entropía, 2010), segunda novela de Sebastián Martínez Daniell, que narra la excursión que emprende Napoleón Toole, el protagonista, para pensar sobre su pasado y su futuro en el improbable archipiélago de Carasia, geográficamente incierto pero dotado de historia y hasta mitología. Como escribió Matías Fernández en Hablando del asunto, uno de los varios méritos del libro es "el cultivo de diferentes áreas léxicas cuidadosamente delimitadas y al servicio de metáforas específicas". Se recomienda encarecidamente su lectura. ■

Unthinkable, de Gregor Jordan

"La tocás a ella y te mato... ¡Te mato!"

Carrie-Anne Moss y Samuel L. Jackson en 'Unthinkable'
En la escena del interrogatorio de El secreto de sus ojos -reveladora del pensar de la película- el acusado Isidoro Gómez admite su culpabilidad en el crimen luego de ser víctima con un infantil ardid. Furioso porque cuestionaron su virilidad, insulta a Irene Menéndez Hastings y le pega una trompada. "La tocás a ella y te mato... ¡Te mato!", grita luego -tarde- Benjamín Esposito, cuando Gómez ya había tocado a Irene.

Unthinkable (2010), de Gregor Jordan, es básicamente la escena de Campanella transformada en un loop de 97 minutos. Luego de cada golpe del torturador profesional "H" Humphries sobre el terrorista Steven Younger la agente del FBI Helen Brody reacciona indignada. "Esto es inconstitucional", esgrime de entrada, ante los primeros maltratos. "Si le hace daño los nenes, lo mato", agrega una hora después, cuando el torturador hace entrar a la sala de tortura a los hijos del terrorista.

Pero quizá lo peor de la película no sea su postura a favor de la tortura, planteada a partir de un dilema moral tan simple como tramposo y una puesta en escena que no sabe escapar del plano-contraplano. Lo más jodido es que ni siquiera plantea alguna alternativa para pensar el asunto desde otro lado. "No negociamos con terroristas", dice sobre el final la agente Brody, personaje que funciona como la reserva moral de la película. Ahí, justamente, está el problema.

Afortunadamente, Unthinkable tuvo un efímero e irrelevante paso por la cartelera porteña en los últimos días del año pasado. Como si fuera poco la distribuidora local, Distribution Company, decidió titularla con el desgraciado El día del juicio final y se equivocó con el afiche: le puso la cara de Gil Bellows a Michael Sheen. ■

Fue dicho (en la ficción y fuera de ella)

En esta ciudad una no está segura un minuto. Cuando vine a vivir hace veintidós años ni siquiera cerrábamos la puerta con llave. Ahora todos son gángsters y policías corruptos y políticos enfrentándose con ametralladoras, según he oído. Escandaloso, eso es lo que es, joven.
La señora Morrison, también conocida como Vieja Entrometida, a Philip Marlowe en Adiós, muñeca (1940), segunda novela de Raymond Chandler. Como para comprobar que hay discursos que vienen desde lejos y nunca aportaron nada. ■

Los mejores cortos del año pasado


Teclópolis, cortometraje animado de Javier Mrad, ganó la séptima edición de "La noche del cortometraje", que se realizó a mediados de diciembre en el cine Gaumont. La película de Mrad, de 12 minutos, representó al Festival Tandil Cortos y refleja los problemas de contaminación plástica. También ganaron premios Ana y Mateo, de Natural Arpajou, que quedó segundo; y No me ama, de Martín Piroyansky, tercero.

La noticia es viejísima. Pero sirve como excusa para postear el video de un corto anterior de Mrad, 2 metros (2006), tan ingenioso como divertido. Como de costumbre, algunos de éstos y otros cortos pueden verse en los sitios Sólo Cortos y Cortomanía. ■