Semana del Cine Europeo en Buenos Aires

'Lourdes', de Jessica Hausner
Comienza esta noche en el Cinemark de Palermo la Semana del Cine Europeo, que presenta una selección de películas realizada por Thierry Fremaux, director del Festival de Cannes. Varios de los realizadores estarán en Buenos Aires, por lo que puede preverse que en estos días saldrán algunos reportajes en los diarios porteños.

Se trata de una de esas posibilidades de ver en fílmico películas que probablemente no tengan estreno comercial en Argentina. Por eso, aunque las entradas no son del todo accesibles (18 pesos, casi lo mismo que en una función comercial), bien vale la pena. A continuación, la programación completa y la breve reseña de cada película que acompañaba la gacetilla de prensa del Incaa.
  • Fish Tank (Inglaterra, 2009)
    Dirección: Andrea Arnold. Se exhibe mañana a las 19.30, el sábado a las 22.30 y el lunes a las 16.30.
    Con 15 años, Mia es una adolescente rebelde, rechazada por sus amigos y un claro caso de fracaso esciolar. Un día de verano, su madre vuelve a casa con un extraño, Connor, que promete hacerlos felices para siempre. ¿Lo hará?
  • Soul Kitchen (Alemania, 2009)
    Dirección: Fatih Akin. Se exhibe el sábado a las 16.30, el domingo a las 19.30 y el miércoles a las 22.30.
    Zinos es el joven propietario de un restaurante. Atraviesa una mala racha, pues su novia Nadine se ha trasladado a China, sus clientes boicotean los platos del nuevo cocinero y él tiene unos dolores de espalda terribles. Desesperado por estar junto a Nadine, Zinos viaja a China de forma impulsiva y deja el restaurante en manos de su hermano Illias. Y entonces todo va aún peor. En primer lugar, Zinos descubre que Nadine tiene un amante. Y en segundo lugar, Illias pierde el restaurante en una apuesta con un agente inmobiliario.
  • À l'origine (Francia, 2009)
    Dirección: Xavier Giannoli. Se exhibe mañana a las 16.30, el sábado a las 19.30 y el domingo a las 22.
    En Francia, un ladrón de poca monta simula ser el responsable de la construcción de un tramo de carretera. Al principio su intensión era obtener un poco de dinero, pero el engaño se le va de control. Estafa a toda la región, contrata docenas de trabajadores y disfruta de los beneficios del fraude, hasta que conoce a la gobernadora de un pueblo que será atravesado por la carretera. Ella le revelará un mundo desconocido: el de los sentimientos.
  • Un prophète (Francia, 2009)
    Dirección: Jacques Audiard. Se exhibe únicamente hoy a las 21.15.
    Condenado a seis años de prisión, Malik El Djebena (Tahar Rahim) no puede leer ni escribir. Llega a la cárcel completamente solo y, a sus 19 años, es mucho más joven que el resto de presos. Pronto se convierte en el esclavo del convicto más peligroso del lugar. Pero Malik es listo y no tardará en desarrollar sus propios planes de éxito.
  • Amintiri din epoca de aur (Rumania, 2009)
    Dirección: Cristian Munguiu, Ioana Uricaru, Hanno Höfer, Răzvan Mărculescu y Constantin Popescu. Se exhibe el lunes a las 19.30, el martes a las 22 y el miércoles a las 16.30.
    Una evocación de los años de la Rumania comunista a través de las leyendas populares que se cuentan de padres a hijos.
  • Lourdes (Austria, 2009)
    Dirección: Jessica Hausner. Se exhibe mañana a las 22, el domingo a las 16.30 y el martes a las 19.30.
    Christine (Sylvie Testud) es una mujer obligada a vivir en una silla de ruedas. En un momento especialmente duro, decide viajar a Lourdes, en los Pirineos. Allí se unirá a miles de peregrinos que buscan un milagro. Y encontrará la felicidad, pero en el cariño de un voluntario de la Orden de Malta por el que se siente atraída, lo cual provoca la envidia de terceras personas.
  • Panique au village (Bélgica, 2009)
    Dirección: Stéphane Aubier y Vincent Patar. Se exhibe el lunes a las 22, el martes a las 16.30 y miércoles a las 19.30.
    Los juguetes de plástico también tienen problemas: Cowboy, Indio y Caballo son los tres protagonistas de esta historia animada. El plan para sorprender a Caballo por su cumpleaños con un regalo artesanal fracasa cuando destruyen su casa. Una serie de aventuras surrealistas comienza cuando el trío viaja por la tundra, descubre un universo paralelo bajo el océano y acaba en el mismo centro de la Tierra.
En el sitio Otros Cines hay más detalles del ciclo y breves críticas de seis de las siete películas. ■

Festival de Mar del Plata (tercera entrega)

¿Mi vecino el asesino? ¿Peligro en la intimidad?


El primer plano de la película da cierta idea de ecuanimidad. Alguien embiste a mazazos contra una pared, lo que se muestra desde ambos lados, a dos cámaras, en split screen. De un lado de la medianera vive Leonardo, un diseñador bastante snob y algo soberbio que alcanzó el éxito y ahora parece estar más preocupado por los negocios que por sus creaciones. Junto a su esposa y su hija preadolescente habita la imponente Casa Curuchet de La Plata, única construcción del arquitecto Le Corbusier en América latina. Su vecino, ladrillos de por medio, es Víctor, posible vendedor de autos usados con mucha pinta de chanta. Quiere colocar una ventana en su casa "para atrapar una rayitos de sol", según explica. Pero esa abertura da justo al living de Leonardo, a su intimidad, por lo que el conflicto parece inevitable.

Afiche de 'El hombre de al lado'
EL HOMBRE DE AL LADO (2009)
País: Argentina. Duración: 110 minutos. Dirección: Gastón Duprat y Mariano Cohn. Producción: Fernando Sokolowicz y María Belén De la Torre. Guión: Andrés Duprat. Fotografía: Mariano Cohn y Gastón Duprat. Montaje: Jerónimo Carranza. Música original: Sergio Pángaro. Elenco: Rafael Spregelburg, Daniel Aráoz, Eugenia Alonso, Inés Budassi, Lorenza Acuña.

Este es el planteo básico de El hombre de al lado, la última obra de Gastón Duprat y Mariano Cohn, ganadora del premio al Mejor Película Argentina -compartido con TL-2, la felicidad es una leyenda urbana, de Tetsuo Lumière- en el 24° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. A partir de ahí se ponen en juego el mundo del diseño y su snobismo (desde una mirada irónica), una relación conflictiva entre padre e hija, un matrimonio opaco y, por supuesto, las diferencias de clase entre los vecinos en conflicto.

Pero el tema central gira en torno a los prejuicios. ¿Con qué elementos formamos una idea de alguien? ¿Alcanzan las apariencias para trazar el perfil de una persona? En momentos en que la estigmatización parece ser moneda corriente en Argentina la película -sin pretensiones filosóficas pero con la profundidad necesaria- desafía la percepción del espectador. Mientras que El artista (2008) caía de a ratos en la estructura de aquello que buscaba cuestionar (una película interesante, podría decir algún snob mientras se acaricia el mentón con el índice y el pulgar), aquí todo está mejor pulido y forma y fondo, si es que aún vale la diferenciación, van de la mano.


Las apariencias engañan

"En el terreno de la interpretación su mirada ideológica dará lugar a más de una controversia", escribió Diego Battle en Otros Cines. Bien mirada, la película no debería generar ninguna polémica porque se decide por el único camino posible. La imparcialidad inicial se mantendrá hasta el final. Recién ahí, otra vez con un solo plano, sentará posición. Sin intenciones de adelantar detalles de la trama -menos aún para una obra que muy pocos pudieron ver- se pude decir que cada escena, cada plano deja en claro quién es cada uno de los protagonistas. A diferencia de las películas de Juan José Campanella (en especial Luna de Avellaneda), donde sólo elementos externos a la acción -una concepción de los personajes previa a lo narrado- pueden evitar que el disparo salga por la culata, aquí el asunto funciona al revés. Todo está controlado y las apariencias, entonces, no hacen más que engañar.

Quizá el final sea un tanto abrupto, y a la película le hubiese venido mejor reposar unos minutos. Quizá por momentos la narración caiga en algunas digresiones. Pero aún con sus problemas El hombre de al lado será sin dudas uno de los grandes estrenos del año próximo. Mientras una parte del cine nacional parece no haberse enterado de la aparición de Pizza, birra, faso (1997) y otra -con más profesionalismo y mejores ideas, es cierto- no hace mucho más que putear contra el Incaa, Cohn y Duprat ya realizaron dos películas sorprendentes. Quizá lo que moleste a una parte de la crítica es que dos tipos que vienen de la televisión (donde realizaron algunas producciones deplorables), directores un documental (Yo Presidente, 2006) tan insustancial como apolítico, sean los responsables de dos de las más interesante realizaciones que el cine argentino ofreció en el último par de años. ■

Festival de Mar del Plata (segunda entrega)

Algunas cuestiones sobre otra cinco películas vistas en el 24° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, mucho más interesantes que las comentadas anteriormente. Queda para otra entrega el que, en opinión de este bloguer, será uno de los grandes estrenos de 2010.

Accident (Yi ngoi, 2009)
Director: Cheang Pou-Soi. País: Hong Kong. Más info »
'Accident', de Cheang Pou-SoiAsia (en particular, Corea del Sur y Hong Kong) parece ser la única región del mundo donde se siguen tomando en serio al cine de género, consistentemente, con intenciones de renovarlo. Aquí, como si se tratara de una versión cruenta de Los simuladores, una banda se dedica a "accidentar" gente por encargo. Pero en un caso algo sale mal y los cazadores parecen ser cazados. O al menos eso cree el obsesivo y meticuloso jefe del grupo, que comienza a volverse paranoico. Con algunas escenas muy logradas y un ritmo bastante pausado y medido, la película remite invariablemente a La conversación (The Conversation, 1974), una de las obras maestras de Francis Ford Coppola.


Mal día para pescar (2009)
Director: Alvaro Brechner. País: España / Uruguay. Más info »
'Mal día para pescar', de Alvaro BrechnerOrsini y el gigante Jacob llegan a Santa María, un pueblo impreciso y anacrónico de Uruguay, y plantean el desafío: mil dólares para quien le aguante tres minutos sobre el ring al supuesto campeón mundial de lucha libre, hoy más parecido a una atracción de feria. Basada en Jacob y el otro, maravilloso cuento de Juan Carlos Onetti, la película es una versión bastante fiel pero sin magia, casi desmitificadora, que se excede en algunas sobreexplicaciones. Y el final (precaución: se viene un spoiler) recuerda demasiado a la pelea más famosa de la historia, aquella de Alí y Foreman en Zaire. Pero la historia es fascinante, con personajes entrañables y buenas actuaciones de Gary Piquer (premio a mejor actor en el Festival) y el finlandés Jouko Ahola.


The Misfortunates (De helaasheid der dingen, 2009)
Director: Felix Van Groeningen. País: Bélgica / Holanda. Más info »
'The Misfortunates', de Felix Van GroeningenLa historia de los Strobbe reconstruida a través de los recuerdos -imprecisos, ficcionados, coloreados- de Gunther, el hijo del mayor de cuatro alcohólicos hermanos, que pretende convertirse en escritor y está por ser padre sin buscarlo. Van Groeningen tomó una novela de Dimitri Verhulst para crear un film intenso, plagado de buenas ideas y grandes y genuinos momentos, de a ratos excesivo y con algunas digresiones pero potente, que asume unos cuantos riesgos y sale bien parado. Gran película.


The Time That Remains (2009)
Director: Elia Suleiman. País: Bélgica / Francia / Italia / Reino Unido. Más info »
'The Time That Remains', de Elia SuleimanAcida mirada sobre el conflicto entre Palestina e Israel, con un tono tragicómico al que no es sencillo entrarle. A partir de las memorias de su padre y de cartas que dejó su madre, Suleiman plantea un relato con algo de autobiográfico en el que se suceden escenas que en general cierran en sí mismas. Hay buenas ideas, momentos muy divertidos mezclados con otros sórdidos, aunque la mirada general -todo el conflicto es absurdo, parece pensar el director- no aporta gran cosa.


V.O.S. (2009)
Director: Cesc Gay. País: España. Más info »
'V.O.S.', de Cesc GayUna mujer de alrededor de cuarenta decide tener un hijo con un amigo, pero mientras transita el embarazo se enamora del mejor amigo de éste, que a su vez está en pareja. La realidad y la ficción (o, mejor, la ficción dentro de la ficción) se cruzan constantemente en esta ingeniosa comedia romántica, quizá algo livianita, que lleva la autoconciencia a sus límites: cada vez que el espectador advierte que el asunto se parece demasiado a la obra de Woody Allen, o a un episodio de Friends, la película lo explicita. ■

Festival de Mar del Plata (primera entrega)

Breves comentarios sobre algunas de las películas vistas durante el 24° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que terminó anoche. En esta entrega van las cinco más flojas; quedan para mañana otras cinco, mucho más interesantes.

Alexander the Last (2009)
Director: Joe Swanberg. País: Estados Unidos. Más info »
'Alexander the Last', de Joe SwanbergOtra que se inscribe dentro del prolífico y cada vez menos interesante movimiento mumblecore. Una chica rica con muchas inseguridades consigue trabajo como actriz y comienza a sentirse atraída por su anodino compañero de elenco mientras su novio, músico, está de gira. El asunto se retuerce con la intervención de la hermana de la protagonista, que empieza a salir con el actor. En medio de todo este enredo hay un montaje paralelo entre dos escenas de sexo que quedó perimido hace 20 años y algunos diálogos que parecen sacados de un manual de lugares comunes cinematográficos.


Dogtooth (Kynodontas, 2009)
Director: Giorgos Lanthimos. País: Grecia. Más info »
'Dogtooth', de Giorgos LanthimosUn matrimonio de buen pasar mantiene a sus tres hijos de veintipico totalmente aislados del mundo, encerrados en una suntuosa casa, viviendo bajo extrañas reglas, con un esquema represivo de premios y castigos. Pero el exterior tan temido comienza a colarse de a poco y a pesar del esfuerzo de los padres ése estricto orden se va resquebrajando. Sórdida y cínica, es una de esas películas que intenta provocar sin saber muy bien para qué. Efectismo puro y duro que algunos, en exceso imprudentes, se animaron a comparar con el cine de Michael Haneke.


For the Love of Movies: The Story of American Film Criticism (2009)
Director: Gerald Peary. País: Estados Unidos. Más info »
'For the Love of Movies', de Gerald PearyDocumental convencional que sobrevuela la historia de la crítica cinematográfica en Estados Unidos desde Robert E. Sherwood hasta hoy, momento incierto en el que cualquiera (como el exitoso Harry Knowles o, sin ir más lejos, el ignoto autor de estas líneas) puede generarse su propio espacio para opinar sobre cine. Lo mejor son algunos testimonios (J. Hoberman, Stanley Kauffmann, Jonathan Rosenbaum, Andrew Sarris, imágenes de archivo de Pauline Kael) y algunos temas tratados (¿desaparecerán la crítica y los críticos?). Lo peor, casi todo lo demás.


Katalin Varga (2009)
Director: Peter Strickland. País: Rumania / Reino Unido / Hungría. Más info »
'Katalin Varga', de Peter StricklandEl pueblo se entera de que de la mujer del título (acaso inspirado en una líder de los obreros mineros de Transilvania de mediados del siglo XIX) tuvo a su hijo como consecuencia de una violación. Ante el rechazo popular y el de su esposo, ella decide buscar venganza. Todo transcurre en un anacrónico ambiente rural, en el que un carro tirado por un caballo convive con un celular, y se narra con pulcritud. En medio de demasiados convencionalismos hay, sí, una escena muy lograda aunque demasiado arbitraria. Y el final cae en la corrección política, un poco al estilo Vidas cruzadas (Crash, Paul Haggis, 2004).


Make-Out with Violence (2007)
Director: Deagol Brothers (Andy Duensing y Chris Doyle). País: Estados Unidos. Más info »
'Make-Out with Violence', de los Deagol BrothersUna chica desaparece y la dan por muerta. Pero luego del funeral tres hermanos la encuentran en el campo en un estado extraño, parecido al de un zombi. Ahí se desatan conflictos, aunque nunca queda del todo claro cuáles son. Entre la comedia y el terror, los climas se mantienen apenas a base de estruendosa música indie y la cámara se mueve sin sentido de continuidad. Una de esas cosas raras que cuesta imaginar a quién se le ocurrió incluirla en el Festival. ■

Ruta 2, kilómetro 404, otra vez

24° Festival Internacional de Cine de Mar del PlataComo el año pasado, este bloguer parte hacia Mar del Plata, donde mañana comienza la 24° edición del Festival Internacional de Cine. Una edición más breve que en años anteriores, con una programación menos abundante y algunas secciones que sólo parecen tapar huecos.

Entre La nuit du carrefour (1932), de Jean Renoir, y The Man from London (2007), de Béla Tarr, hay casi setenta películas -entre largos y cortos- basados en relatos de Georges Simenon, pero en la sección Los desafíos de Simenon se verán... ¡cinco! Y Omisiones de la Academia ofrece obras como Sed de mal (Orson Welles, 1958), que pasan día por medio en el cable, y La dama del lago (Robert Montgomery, 1947), que debe ser una de las películas que menos méritos hizo para recibir un Oscar. Todo esto sin contar 3D y A sala llena, un compendio de los últimos blockbusters de la cartelera comercial.

Hay muchas cosas interesantes, por supuesto, y otras tantas por descubrir. Las secciones Autores y Nuevos autores siempre prometen, por poner apenas un par de ejemplos. Pero da la impresión de que la oferta, más escasa, es también menos nutritiva que otras ediciones.

En la web del festival se pueden descargar el catálogo en formato pdf y la grilla de películas. Y en sus blogs Diego Lerer y Roger Koza ofrecen algunas recomendaciones. Desde Cinematófilos la cobertura será más bien modesta, con breves comentarios sobre lo visto y alguna nota de color.

Ruta 2, kilómetro 404: hacia allá parte este bloguer. Con la esperanza de ver buen cine y la certeza -personal, casi intransferible- de que será una semana inolvidable. ■

Predestinaciones


Un tren aparece en medio de la noche, entre brumas, casi como una presencia fantasmagórica. Se acerca lentamente a una moderna estación de Los Angeles. Sale un tipo de unos cincuenta y pico, bien peinado, barba prolija, gesto imperturbable. Camina unos pasos y comienza a bajar una larga escalera mecánica. Lo sigue un prolongado paneo. "You are going down" ("Vas a caer"), le dirán más adelante.

Un plano cenital (la mirada de Dios, podría decirse, sobre todo en una película que insistirá en cierta iconografía católica) lo muestra cruzar un estacionamiento. Una flecha blanca, centrada y bien visible indica un camino, pero el tipo la ignora. Sube a la vereda y la cámara se mueve para mostrar que pasa frente a una réplica de La piedad, de Miguel Angel.

El video que abre este post corresponde al final de Fuego contra fuego (Heat, 1995), una de las mejores películas de Michael Mann. ¿Corresponde al final? En realidad se trata del principio, apenas el primer minuto y pico de la película, en los que ya se presentan algunas de las continuidades estilísticas de la obra del director. Pero es que, metafóricamente, el final ya está ahí, como si Neil McCauley estuviera predestinado. Como si ya estuviera muerto, se podría interpretar, aunque ya sería un exceso. Más adelante volverá a tomar la dirección equivocada y en el último plano ocupará el lugar de Jesús en la famosa escultura renacentista.

"¿A qué película le cambiarías el final y por qué?", me pregunté en el Cuestionario Cinematófilo realizado a propósito del segundo aniversario de este blog. "A una de mis favoritas: Fuego contra fuego, del gran Michael Mann", no dudé en responder. "Siempre pensé que debía terminar con la imagen de Neil McCauley (Robert De Niro) abandonando a Eady (Amy Brenneman) cuando ve que Vincent Hanna (Al Pacino) llega al hotel. El enfrentamiento final, que se define casi por azar, está de más", intenté explicar. Grosero error, que este post intenta subsanar. Ese final, con el enfrentamiento entre ladrón y policía en los alrededores del aeropuerto, ya estaba escrito. De manera sutil, casi imperceptible en una primera visión, pero estaba escrito. La película no podía terminar de otra manera, y reclamarlo fue tan torpe como pretender que Rick se quede junto a Ilsa antes del comienzo de esa maravillosa amistad.

"Mi técnica siempre se ha basado en no dejar la explosión para el final", contó Douglas Sirk en una entrevista citada por Pablo Pérez Rubio en su libro El cine melodramático (Paidós, 2004). "Se supone que el espectador sabe qué está esperando. Es un tipo distinto de suspenso, o de antisuspenso. El público se ve obligado a dirigir su atención al cómo en lugar de qué, a la estructura en lugar del argumento, a las variaciones de un tema en sí", agregó. El qué estaba resuelto en Fuego contra fuego. En el cómo, entonces, aparecen algunos problemas.

Robert De Niro en 'Fuego contra fuego'
Mann había estructurado durante más de dos horas y media a dos personajes tan profesionales, tan obsesionados con su oficio, que sólo el azar podía definir un enfrentamiento entre ellos, las dos caras de la misma moneda. Un avión a punto de aterrizar, las luces de la pista que se encienden, una sombra y cuatro certeros disparos. McCauley cae, Hanna se le acerca. "Told you I'm never going back" ("Te dije que no iba a volver"), murmura el ladrón mientras agoniza. "Yeah", asiente el policía. Se toman de la mano mientras comienza a sonar cada vez más fuerte una melodía casi monocorde, tan solemne que sólo un director que tiene muy claro desde el principio lo que quiere puede usarla sin caer en el ridículo. ■