El otro lado del sueño americano [*]

Bruce Springsteen el 2 de junio en el Estadio Olímpico de Munich
La declaración, lanzada hace 35 años, tiene el tipo de vigencia que respaldan los hechos. “Antes del rock and roll no tenía ningún objetivo. Lo intenté con el fútbol americano, el béisbol y todo eso... Pero no me adaptaba. El rock and roll nunca fue un hobby. Fue una razón de vivir”, dijo Bruce Springsteen en una entrevista en 1974. El miércoles pasado “El Jefe” cumplió 60 y demostró que sigue estando en gran forma. Working on a Dream, su último disco, ratifica su insoslayable capacidad para retratar el otro lado del sueño americano. Y la gira del mismo nombre -el lunes ofreció un concierto en Des Moines, Iowa, y desde esta semana se presentará en Rutherford, Nueva Jersey- confirma que mantiene intacta esa intensidad vehemente, abrumadora, que siempre desplegó sobre los escenarios.

Las seis décadas, además, lo encuentran aliviado. Alivio medido, sin optimismos desmesurados, que se respira en su último disco y que tiene que ver, en gran medida, con la asunción de Barak Obama, candidato por el que hizo campaña. “Estoy trabajando en una sueño / A pesar de problemas puede sentirse como si estuviera aquí para quedarse / Estoy trabajando en un sueño / Así nuestro amor dejara los problemas a la distancia”, canta en la canción que da título al álbum.

Hoy como ayer, sus letras destilan la honestidad del artista implacable que desde hace casi 40 años viene narrando los restos de aquella promesa hecha añicos. Entre la desolación y la esperanza, con la única compañía de guitarra y armónica o con el poderoso soporte de la histórica E Street Band, sus epopeyas urbanas son reflexiones descarnadas sobre la experiencia de vivir en Estados Unidos.

Springsteen visitó Argentina una sola vez, en 1988, como integrante de la gira mundial de Amnistía Internacional. Sólo el idioma puede explicar que aún sea visto en estas latitudes como una bandera del imperialismo. Sólo para quienes el inglés es una barrera infranqueable pueden creer que Born in the USA -canción que da título al disco de la bandera estadounidense en la tapa- sea una celebración de los años de Ronald Reagan. “Vuelvo a la refinería de mi pueblo / El capataz me dice: 'Hijo, si dependiera de mí' / Fui a la Administración de Veteranos de Guerra / Me dijeron: 'Hijo, ¿aún no lo has entendido?”, canta, entre la crítica a la guerra de Vietnam y la vindicación de sus marginados. Como sostienen algunos críticos, lo que John Steinbeck logró con Viñas de ira a fines de los treinta Springsteen lo hizo con el crudo y ascético Nebraska a principios de los ochenta. No por casualidad uno de sus discos, ya en los noventa, se titula The Ghost of Tom Joad.

Hijo de un obrero de ascendencia irlandesa y de una secretaria con antepasados italianos, cruza de un Bob Dylan rockero y un Elvis Presley reflexivo, salvador del rock en los convulsionados setenta, ganó diecinueve premios Grammy, dos Globos de Oro y un Oscar, por la canción de Filadelfia (Philadelphia, Jonathan Demme, 1993). Vendió más de 120 millones de discos y se convirtió en multimillonario. Pero sigue viviendo en Nueva Jersey y su figura continúa identificada con la clase trabajadora. Como escribió en 2004, en una columna publicada en el New York Times donde llamaba a votar por John Kerry: “A lo largo de los años traté de analizar lo que significa ser norteamericano. Cuál es la identidad y la posición que ocupamos en el mundo y cómo se ejerce mejor esa posición. Traté de componer canciones que hablaran de nuestro orgullo y criticaran nuestras fallas”. En eso sigue hoy, con algunos años más pero la misma energía. ■

[*] Versión ligeramente extendida de un artículo publicado el sábado 26 de septiembre en el diario La Razón de Buenos Aires. Para profundizar acerca de la relación de Bruce Springsteen con el cine -aquí apenas mencionada- se recomienda leer la muy buena nota que Javier Porta Fouz publicó en el número 201 de la revista El Amante (febrero de 2009).

Libertad de elección

Me compré una casa burguesa en Hollywood
Con un camión lleno de billetes de cien mil dólares
Un tipo vino a enganchar mi TV por cable
Nos instalamos para pasar la noche, mi chica y yo
Cambiamos y cambiamos hasta después del alba
Había 57 canales y nada en ellos

Entonces el entretenimiento de la casa eran los deseos de mi chica
Así que me largué a la ciudad para comprar una parabólica para TV por satélite
Lo até en la capota de mi coche japonés
Llegué a casa y lo apunté hacia las estrellas
Un mensaje retornó del más allá
Hay 57 canales y nada en ellos

Pudimos habernos hecho amigos de algunos billonarios
Pudimos haberlo hecho bonito y amistoso
Si lo hubiésemos hecho en el piso de arriba
Solo encontré una nota que decía "Adiós John,
nuestro amor es 57 canales y nada en ellos"

Así que compré una Magnum 44, era de sólido acero
Y en el bendito nombre de Elvis bueno, la dejé abrir fuego
Hasta que mi televisión cayó en pedazos a mis pies
Y me detuvieron por alterar la todopoderosa paz
El juez dijo, "Qué tienes en tu defensa, hijo"
"57 canales y nada en ellos"
Amigo puedo ver en tus ojos que estás a punto de irte
57 canales y nada en ellos
57 canales y nada en ellos
Bruce Springsteen, 57 Channels (And Nothin' On). Del disco Human Touch (1992). Video dirigido por Adam Bernstein. ■

Fue dicho (en la ficción)

Christopher Plummer, Al Pacino y Philip Baker Hall en 'El informante'
- Me pagan para que consiga tipos como Wigand... Sacarlos a la luz, lograr su confianza, lograr que aparezcan en televisión. Lo hago. Lo consigo. Se sienta. Habla. Viola su propio acuerdo de confidencialidad. Y es el testigo clave de la reforma de salud pública más importante, tal vez la más grande, más costosa malversación corporativa en la historia de EE.UU. Y Jeffrey Wigand, que está en el limbo, ¿salió en televisión a decir la verdad? Sí. ¿Es una noticia importante? Sí. ¿Vamos a ponerla al aire? Por supuesto que no. ¿Por qué? ¿Por qué no está diciendo la verdad? Porque está diciendo la verdad. Por eso no vamos a trasmitirla. Y mientras más verdades dice, más empeoran las cosas.

- Sos un fanático, un anarquista. ¿Sabés? Si no podemos tener un programa completo prefiero tener la mitad de uno. Pero vas a estar satisfecho hasta que no arriesgues a la compañía.

- ¿Qué sos? ¿Un hombre de negocios o un hombre de noticias?
Lowell Bergman (Al Pacino) discute con Don Hewitt (Philip Baker Hall) en El informante (The Insider, 1999), la mejor película de Michael Mann. ■

Digresión: proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual

Mientras la Cámara de Diputados debate el proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que el Poder Ejecutivo envió la semana pasada al Congreso, este bloguer -de oficio periodista- quiere difundir el comunicado que el Foro de Periodismo Argentino (Fopea) emitió el lunes. A continuación se reproduce el texto completo y de modo textual (enlaces y bastardillas corresponden al original).

Fopea reclama la aplicación de la cláusula de conciencia para los periodistas

Los intereses económicos de las empresas periodísticas, la dependencia de la publicidad oficial en una gran cantidad de medios y el rol activo de periodistas/funcionarios en el control de la información en medios estatales, son los más evidentes obstáculos para el desarrollo de la necesaria libertad de opinión en las redacciones, base fundamental de la pluralidad de ideas que permiten el debate democrático.

Los directivos de las empresas periodísticas tienen todo el derecho de utilizar los espacios editoriales para expresar la opinión institucional. Pero lo que no pueden es exigir a sus periodistas que degraden su trabajo profesional para ponerse al servicio de sus intereses, ya que la libertad de conciencia de los periodistas debe ser respetada. Asimismo, la sociedad tiene derecho a recibir información certera y plural, y a poder distinguirla de una estrategia editorial.

Es por ello que desde Fopea promovemos la revitalización de la cláusula de conciencia profesional, la que pese a haber sido reconocida como un derecho por el Estatuto Profesional del Periodista, no ha tenido prácticamente aplicación en la historia de nuestra profesión.

Esta situación vulnera preceptos básicos del periodismo, plasmados en los siguientes artículos del Código de Ética de Fopea, elaborado en 2006:

14. La información debe ser claramente distinguida de la opinión.

21. Los periodistas jamás deben prestarse a realizar operaciones de prensa ni a difundir información tendenciosa. Si una información de interés público proviniera de una operación de prensa, corresponde aclarar su origen.

30. Ningún periodista puede ser obligado a firmar un trabajo profesional que contradiga sus valores y creencias. De la misma manera, los periodistas no pueden aducir que fueron obligados a violar normas éticas.

Asimismo, tiene un fuerte impacto en la calidad profesional, si se tienen en cuenta los siguientes ítems del Compromiso de Parámetros Mínimos de Calidad Profesional elaborado en 2007 por Fopea:

3 – Agenda

La prioridad en la fijación de la agenda periodística será el respeto y el fortalecimiento de la democracia, la honestidad, el pluralismo, la tolerancia ante el disenso y la obligación de brindar información útil a la sociedad. La agenda nunca debe ser establecida por conceptos o intereses que no sean periodísticos.

4 – Transparencia

El público tiene derecho a conocer los criterios periodísticos sobre los motivos por los que se publica o no una determinada noticia. El derecho de los pueblos a estar informados debe ser atendido de modo prioritario, por encima de intereses económicos, políticos, empresariales, profesionales o sectoriales de cualquier grupo o persona.

D) Responsabilidades de las empresas periodísticas

1- La información debe estar claramente distinguida de la publicidad y las noticias de la opinión de la empresa.

2- La actividad comercial de la empresa no debe condicionar el trabajo de sus periodistas. Es recomendable la total independencia entre los departamentos comerciales y el quehacer periodístico.

6- Las empresas periodísticas deben sobreponer el interés público al propio, entendiendo a la información no como una mercancía sino como un bien social. Y actuar en consecuencia.

Foro de Periodismo Argentino

Lunes 31 de agosto de 2009.